jueves, 12 de agosto de 2010

Vuelve, Charlie

Hace un par de días estuve revisando antiguas entradas y, entre otras, me encontré con la campaña pro-Charlie Bone que inicié el año pasado. Contactamos con Ediciones B y nos dijeron que no seguirían publicando. Ahí se quedó la campaña.
Recuerdo que el slogan era algo así como "Porque queremos que la Academia Bloor vuelva a abrir sus puertas".
Pese a que el movimiento no siguió adelante, hoy estuve buscando alguna página en la que descargarme el libro en inglés (no tengo esperanzas de que lo tengan en castellano) pero no lo encontré, todavía. Lo que si encontré fue un fragmento en Scholastic.
Como estaba bastante ociosa, me puse a traducirla (ayudada en gran medida por varios traductores online). Es una traducción libre y no es ninguna maravilla, pero en fin, aquí está el resultado:


En las afueras de la ciudad, la Academia Bloor estaba a oscuras y en silencio bajo las estrellas.

Mañana 300 niños subirían los escalones entre las torres, cruzarían el patio, y la multitud atravesaría la gran puerta de roble. Pero por ahora el viejo edificio parecía estar completamente desierto.
Y, sin embargo, si tú hubieras estado de pie en el jardín, en el otro lado de la escuela, no podrías haber dejado de notar las luces extrañas que de vez en cuando parpadeaban de pequeñas ventanas en el techo. Y si hubieras sido capaz de mirar a través de una de estas ventanas, habrías visto a Ezequiel Bloor, un hombre muy viejo, maniobrando con su silla de ruedas en una sala extraordinaria.

El laboratorio, como a Ezequiel le gustaba llamarlo, era una buhardilla con un piso ancho y un techo de vigas desnudas. Variedad de tablas, cubierta de botellas, libros, hierbas, y armas, cubrían las paredes, mientras que debajo de ellos, una pila de baúles polvorientos sobresalía en el cuarto, amenazando con hacer tropezar a cualquier persona que se cruzarse en su camino.

Plantas secas y descoloridas colgaban de las vigas, y piezas de armadura, suspendidas de las amplias vigas transversales, chrirriaban inquietantemente cuando alguna corriente de aire les llegaba.Las piezas chirriaban ahora mientras Ezequiel se movía por el suelo.

El bisnieto del viejo, Manfred, estaba de pie junto a una mesa de caballete en el centro de la habitación. Manfred había crecido durante las vacaciones de verano, y Ezequiel se sintió orgulloso de que ese hombre joven y alto hubiera elegido trabajar con él en lugar de ir a la universidad como los otros chicos. Eso sí, a pesar de su altura, Manfred tenía un cuerpo delgado, pálido y con manchas; y una cara que era todo huesos.

En este momento, tenía el rostro contraído en una mueca de concentración mientras removía un montón de huesos en la mesa frente a él. Por encima de él colgaban siete chorros de gas puesto en una rueda de hierro, sus llamas azuladas emitían un ronroneo tenue. Cuando vio a su bisabuelo, Manfred dio un gran suspiro de irritación y exclamó:

-Es demasiado para mi. Odio los rompecabezas.

-No es un rompecabezas - espetó Ezequiel. - Esos son los huesos de Hamaran, un caballo de guerra de excepcional fuerza y coraje."

- ¿Y qué? ¿Cómo pueden algunos huesos miserables traer a tu antepasado de vuelta a la vida? - Manfred dirigió una mirada desdeñosa a Ezequiel, que inmediatamente bajó la mirada. Él no iba a ser hipnotizado por su propio nieto.

Manteniendo la mirada fija en los huesos, el anciano trajo su silla de ruedas cerca de la mesa. Ezequiel Bloor tenía 101 años, pero otros hombres de esa edad estaban mucho mejor conservados. La cara de Ezequiel era poco más que una calavera. Sus dientes restantes estaban agrietados y ennegrecidos, y algunos mechones de pelo blanco colgaban por debajo de un gorro de terciopelo negro. Pero sus ojos seguían llenos de vida, negros y brillantes, y se precipitaban con una intensidad salvaje.

-Tenemos suficiente - dijo el anciano, indicando los otros objetos sobre la mesa: un traje de malla, un casco, una capa de piel negra y un alfiler de oro para la capa. - Son de Borlath. Mi abuelo los encontró en el castillo, envueltos en cuero dentro de la tumba. El esqueleto se había ido. - Le acarició el pelo casi negro con cariño.

Borlath había sido el héroe de Ezequiel desde que era niño. Las historias de sus antepasados guerreros habían disparado su imaginación hasta que él llegó a creer que Borlath podría resolver todos sus problemas. Últimamente había soñado que Borlath lo sacaba de su silla de ruedas y juntos aterrorizaban a la ciudad. Entonces Charlie Bone y su tío detestable tendría que mirar hacia fuera.

- ¿Qué pasa con la electricidad para el… ya sabes… momento de vida? No hay ninguna por aquí. - Manfred miró los chorros de gas.

-¡Ah, eso! - Ezequiel agitó la mano con desdén. Rodó a otra mesa y cogió un bote pequeño con dos puntas que se extendían desde la parte superior. Giró un mango en un lado de la lata y una chispa azul saltó entre los dientes. - ¡Voila! ¡Electricidad! - Anunció con regocijo. - Ahora manos a la obra. Los niños estarán de vuelta mañana, y no queremos que ninguno de ellos se entrometa en nuestro pequeño experimento.

- Especialmente Charlie Bone. - Manfred soltó un gruñido.

- ¡Charlie Bone! - Ezequiel casi escupió el nombre. - Su abuela dijo que sería de ayuda, pero es al contrario. Pensé que lo había puesto de nuestro lado en el último semestre, pero luego empezó a lloriquear sobre su padre perdido y me culpó a mí.

- No se equivocó en eso. - murmuró Manfred.

- Piensa en lo que podría hacer con ese talento suyo. - continuó Ezequiel. - Ve una fotografía y, bingo, él está ahí, hablando con gente ya muerta. Qué no daría yo … - Ezequiel sacudió la cabeza. - Tiene la sangre de ese mago galés infernal. Y la varita.

- Tengo planes para eso. - dijo Manfred en voz baja. - Va a ser mío pronto, como tú esperas."

- Desde luego. - Ezequiel se rió entre dientes. Él comenzó a impulsarse por la habitación mientras su bisnieto se concentraba en la delicada tarea de pegado de huesos.

Ezequiel se trasladó a las sombras en el otro extremo de la habitación y sus pensamientos se dirigieron a Billy Raven, el huérfano de pelo blanco que usaba para espiar a Charlie Bone. Billy se había rebelado en los últimos tiempos. Se había negado a decirle a Ezequiel lo que Charlie y sus amigos estaban haciendo. Como resultado, Ezequiel y los Bloors estaban en peligro de perder el control de todos los niños dotados en la escuela. Algo tendría que hacer.


¿No os quedáis con ganas de más? sabéis la rabia que me da no poder seguir leyendo! Voy a seguir buscando el libro, si lo encuentro, prometo avisaros.

3 comentarios:

Amatista dijo...

Supongo que en ocaciones como esa, vale la pena haber aprendido ingles XD no lei ese libro, pero me ha pasado algo así con otros titulos que me gustan, siempre estan 1º en ingles, la traduccion tarda en salir

Saludos

María dijo...

Estoy de acuerdo. En momentos como estes, me gustaría que mi nivel de inglés fuera superior. Y lo peor, es que en este caso non voy a tener traducción... :(

Iria dijo...

Jo, pues sí... si encuentras algo avisa, avisa :D